Cuando llevas muchos años organizando eventos sabes mucho mejor que Nike que “impossible in nothing” y los “no puedo”, “no sé”, o “no hay tiempo para eso ahora” desaparecen de tu vocabulario y “creatividad” y “compromiso con el cliente” ocupan su lugar.
Ser innovador y eficaz, no doblegarse a los problemas, analizar las opciones y encontrar siempre una respuesta, incluso dónde nunca pensabas que estaría es (o debería ser) el día a día del organizador de eventos. Los inconvenientes se transforman en retos y cada reto te hace crecer y aprender algo nuevo.
Trabajar en la organización eventos es construir y da forma a sueños ajenos y para que eso funcione, para que eso sueños se han realidad, hay que involucrarse y hacerlos propios.
Y como nos gusta soñar a lo grande, nos gusta nuestro trabajo.
Nunca digas “esto es imposible” y #RGnérate.